Embajada de la Federación de Rusia en los Estados Unidos Mexicanos
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Historia

La historia del país comenzó con los eslavos orientales. Fundado y dirigido por una clase noble vikinga guerrera y sus descendientes, el primer estado de los eslavos orientales, la Rus de Kiev, surgió en el siglo IX y adoptó el cristianismo procedente del Imperio bizantino en 988, comenzando una síntesis de las culturas bizantina y eslava que definiría la cultura rusa durante el siguiente milenio. Posteriormente la Rus de Kiev se desintegró en muchos pequeños estados feudales, de los cuales el más poderoso era el Principado de Moscú que se convirtió en la fuerza principal en el proceso de la reunificación rusa y la lucha por la independencia contra la Horda de Oro. A diferencia de su líder espiritual, el Imperio bizantino, Rusia, bajo el liderazgo de Moscú, pudo revivir y organizar su propia guerra de la reconquista, subyugando finalmente a sus enemigos y anexando sus territorios perdidos.

Después de la caída de Constantinopla en 1453, la Rusia moscovita queda como el único estado cristiano funcional en la frontera de Europa Oriental, adquiriendo así el derecho de reclamar la sucesión al legado del Imperio romano de Oriente. Pero el verdadero fundador del estado moscovita y unificador de las tierras rusas fue Iván III (1533-1584), que unió en torno a Moscú muchas tierras rusas y expulsó difinitivamente a los mongoles. La ciudad de Moscú creció rapidamente y se levantaron la muralla y las torres de Kremlin. En el fin del siglo XV, aprovechando la debilidad del estado ruso, los polacos atacaron Moscú y penetraron en la ciudad. En 1612 los polacos fueron expulsados y en 1613 accedió al trono Mijail Romanov (1613-1645), fundador de la dinastía Romanov, que gobernaría Rusia hasta 1917.

Un empuje al desarrollo político-económico, social y cultural y la modernización del ejército ruso dieron las reformas de Pedro el Grande, realizadas a fines del siglo XVII y el primer cuarto del XVIII. Las brillantes victorias obtenidas por las tropas de Pedro en la Guerra del Norte (1700-1721), permitieron que Rusia saliera al mar Báltico, “abriéndose una ventana a Europa”, según una expresión metafórica.

En 1703 fue fundada la ciudad de San Petersburgo – “capital norteña” de Rusia. En ese período se intensificaron la diplomacia y las relaciones internacionales de Rusia. En los siglos XVI-XIX, luego de anexionarse y asimilarse los territorios del Norte, Volga, Urales, Siberia, Extreme Oriente y la integración voluntaria de varios pueblos no rusos, se formó un Estado multinacional: el Imperio Ruso.

En 1917, el Partido Obrero Socialdemócrata (bolchevique) Ruso, con Vladímir Lenin a la cabeza, realizó la Revolución de Octubre, que determinó el destino del país por muchas décadas. Como principal objetivo de la revolución fue proclamada la construcción de la sociedad primero socialista y después comunista. En diciembre de 1922 fue constituida la Unión Soviética (URSS).

La Gran Guerra Patria de 1941-1945 significó una dura prueba para el pueblo soviético. La lucha contra los invasores nazi alemanes fue desplegada a nivel nacional. En corto plazo se movilizaron todos los medios y recursos disponibles en el Estado, con el fin de organizar la adecuada resistencia al enemigo. Gracias al valor de los soldados soviéticos, al genio marcial de toda una pleyade extraordinariamente talentosa de jefes militares y a los esfuerzos de todo el pueblo, la Unión Soviética derrotó a Alemania nazi y liberó a todo el mundo de la amenaza del fascismo.

En 1991, como resultado de los acuerdos de Belovezhskaia Puscha, la Unión Soviética dejó de existir. La sucede la Federación de Rusia.

En las elecciones presidenciales de Rusia de 2018 ganó el candidato Vladímir Putin, asumiendo el cargo en mayo del mismo año.